Bombo, caja, redoblante y platillo bailando sobre una baqueta de cristal. ¿Lo puedes imaginar? ¡Lo puedes lograr! Temporada de ciruelas y mamones ¡Quién lo diría!
Brilla el chocolate y si no lo hace, bótalo. No sirve para nada. Así es mi cabeza, ¿puedes manejarlo? Entonces salta del barco. Tengo ganas de viajar y una maleta repleta de cansancio. ¿Funciona?
Los zapatos no me aprietan, me quedan grandes, pero las medias siguen dándome calor. Sus besos los llevaré siempre en el alma, el corazón y en mi tatuaje en la nuca. ¿Te animas? Me queda sólo una hoja en esto…
Qué útiles los signos de puntuación, pero más útil es el bolígrafo que los escribe y aún más lo son tus besos de azúcar que sigo recordando. Ya no más carpetas de Cadivi. Hasta el final y llegamos al 2012. No se hable más. Yo quiero que lloren, pero los hago reir y eso, no se si está bien.
Me cansé de ser discípula, al fin. Ahora sólo me falta regresar a mi. Gracias por el descontrol, los espíritus se encargarán. Si me sale este negocio, se armó una limpia. Si no, se tendrá que disfrutar el sucio. El humor no para.
Dolor de mano y dolor de ojos. Hambre y sueño y el día no terminará nunca. Repito, activa pero molida. Divina se quedó durmiendo en casa. La cantante calva y soy la loca con pijamas a la que no se le acaba la tinta. Ché, boludo, pero no me digas frijolero.
Ya no soy la culpable pero igual pago condena. Absurdo. ¿La culpa mata? Búscala en un vivero. Stop.
Simplemente... Brillante! Lo eres!
ResponderBorrar